Invertir siempre conlleva algún nivel de riesgo. Los riesgos comunes incluyen fluctuaciones del mercado, recesiones económicas y problemas específicos de la empresa. Para gestionar estos riesgos, es crucial entender tu tolerancia personal al riesgo y diversificar tus inversiones.
La tolerancia al riesgo describe cuánto riesgo te sientes cómodo asumiendo. Dependiendo de tus circunstancias personales, puedes sentirte más cómodo con inversiones de bajo riesgo o de alto riesgo.
Diversificar tus inversiones significa que inviertes en más de una empresa. Esto distribuye los riesgos de invertir entre todas las empresas en las que inviertes, en lugar de en solo una o unas pocas.